Las cejas son la estructura visual más alta del óvalo facial y por lo tanto nos enmarcan el rostro,  nos da personalidad, seguridad, realzan la mirada, nos ayudan en la gesticulación, etc…

Nos pueden  aportar una visión externa de alegría, o en cambio de tristeza o indiferencia dependiendo de su forma. Por ello la importancia de un buen diseño, que se adapte totalmente a nuestra forma facial y a la personalidad.

Se convierte en una solución muy eficaz para aquellas personas que quieran verse más pobladas las cejas, mejorar la forma, corregir asimetrías, disimular cicatrices, e incluso recuperar ópticamente con efectos tridimensionales las cejas en aquellas personas que por caída o enfermedad en procesos cancerígenos, liquen plano, alteraciones del tiroides, problemas de estrés o ansiedad, alteraciones hormolanes, etc…se les haya caído totalmente el pelo de las cejas.

Para el diseño de las cejas hay que tener en cuenta que el comienzo no rebase la línea vertical que une la aleta de la nariz con el lagrimal, que el punto álgido y el grosor se adapten al tipo de rostro y que la cola no descienda nunca del comienzo de la cabeza, ya que estaríamos ante una ceja descendente.